
te dejaré reposar en sus palmas de seda
Extraviarte en mi aroma
Beber la salvia agridulce
De mi corazón y sus cuevas.

Te acaricio dulcemente
para alcanzar tu punto exacto...
En la inmensidad de tÍ sucumbo
en sensaciones de placer
mirando tus ojos llenos de esplendor,
en ese cielo, que se abre para mi.
No son míos los deseos, son los tuyos,
son los nuestros son el agua y el desierto
es un barco amarrado a un puerto
y es el mar abierto.
 

Los deseos pueden ser deseos ciertos
en la vera de tu piel con tus anhelos,
“Me vuelve loca cuando me dejas mamarte a mi antojo.
 te tengo de rodillas en la cama,mi cabeza debajo de un almohadón y justo debajo de tu pene.
 y con la otra manoseo tu pene como si estuviera ordeñando
 y cuando me apetece te trago entero a un ritmo de locos 
y te vuelvo a soltar. 
y jugar con el y pellizcarte y después volver a pasar mi lengua caliente para darle mimos…ummmm, 
que delicioso está. 
Mientras gimes como un buen macho que se la están mamando a conciencia, 
mis ganas de devorarte aumentan y suavemente me dejas que meta mis dedos para jugar un ratito con tu precioso pene
mi boca aprieta tu pene contra el paladar y doy pequeños tirones para poder sacarte el elixir
 que necesito para alimentar mi alma.
 y no quieres que se acabe aquella locura, 
pero llega la hora y yo no pienso parar hasta el final.






 
