Un Paseo A La Playa

Quería aprovechar el fin de semana para descansar de tanto trabajo acumulado, pensé quedarme en mi apartamento y hacer algunas cositas que había dejado de hacer, mientras descansaba en el sofá, sonó el móvil,  ¡era el!  Llegaste a tiempo para tomarte un rico café, le dije: gracias, pero ahora mismo me tomé uno en la cafetería aquí cerca, solo vine a invitarte a un paseo por la playa, el día está  sabroso para eso, el agua debe estar bien rica El día había amanecido con un sol radiante que prometía un tiempo terriblemente caluroso pero ideal para estar a la orilla de la playa, en el agua o saboreando un rico helado a la sombra. .

 Acepté  y fui a cambiarme de ropa, ya vengo, siéntate mientras regreso.

 Salí de la habitación y le dije, lista ya podemos salir, Tomamos el auto y cerca de las 10:30 ya habíamos llegado al destino, al llegar a la playa me quite la ropa que llevaba puesta, abajo llevaba un diminuto bikini, caminamos hacia una playita muy linda y muy solitaria, tendimos nuestras toallas en la arena, bajo la sombra de un árbol y nos tiramos boca arriba. Al ratito observamos que se venían  unas nubes negras: Mira, corazón, me parece que viene una tormenta, le comenté,

¿Qué hacemos? –Creo que lo más prudente es irnos de aquí ¡Tan cómodo que estábamos! Vamos, que si nos agarra la lluvia  aquí ¡no hay muchos lugares para guarecerse! si, es cierto, bueno, ¡arriba!  ¡Epa! Me cayó una gótica, esto se puede poner feo, vamos, vamos, ¡rápido! Lo único que falta es que ahora cuando ya nos vamos, salga el sol, dijo el, y  efectivamente así fue, miramos al cielo y estaba todo limpio y despejado, caminamos a la orilla y nos dimos una sabrosa zambullida,

 de pronto sentí sus brazos rodeando mi cintura, y hablándome muy cerquita al oído, me dijo: hoy quiero acariciar tu cuerpo mojado, no dejar de acariciarte, mientras tu piel reclama al mío, hoy tengo ganas de recorrer el infinito de tu cuerpo, tengo ganas de saborear el néctar de tu sexo, hoy tengo ganas de sentir el sabor de tu piel en mis labios, tu sabes bien que eres la princesa de mis sueños. 

Entonces sucedió lo inesperado, cuando me besó en ese lenguaje sin palabras me fue guiando en los primeros pasos de la pasión. No sé cuanto tiempo pasamos así, conociéndonos con los labios, me tendí en la arena y empezó a acariciar todo mi cuerpo. El contacto de su piel con la mía me aceleraba el corazón y me hacia disfrutar de ese momento que prodigan las caricias, yo era consciente de la responsabilidad que sentía por lo que estaba haciendo.

 Desnuda me sumergí en el fondo de el agua, el agua salada mojaba mi desnudes, mis pechos, el nadó detrás de mi y me envolvió  en sus brazos, no pude escaparme, ni quería, era mas fuerte que yo, despertaba todos mis sentido, sus besos y sus caricias me enloquecían, me despojé de mis temores  y dejé que todo siguiera tal como soy en realidad, hembra sedienta, hambrienta de el, el fuego y deseo consumía todo mi cuerpo, la locura empezó a apoderarse de mi piel desde mi cintura hasta mis pies, me vi sensual, coqueta, atrevida, quería seguir nadando en las aguas ardientes de su cuerpo, el encuentro soñado de su boca con mis labios, el sutil cosquilleo en mi cuello al pasar sus  labios carnosos en descenso hacia mis senos, se erectan mis pezones  al sentir el calor de su lengua.

 Sus besos libando mis pechos, como niño como hombre describía mi estremecimiento al paso lento por mi pubis y me invita en silencio entreabriendo  mi secreto, a embriagarme con la humedad de su aroma, y saciar su sed con mi néctar y penetra en mi con su lengua en un suave y venir de arriba abajo, entre espasmos de dicha y mudo gemido de gozo,  

El me llamó y me dijo: mírame, lo vi desnudo sentado en la arena y su pene estaba completamente parado, te gusta? Me pregunto,

 arrojados en el suelo dominabas mi mirada, sabia que me gustaba,

me acerque y tome su pene con mis manos y me lo llevé  a la boca

Me gustó sentir el sabor salado en mis labios, 

Se me acercó  y me dijo muy cerca del oído,  

te vi desnuda, como sol radiante, te vi desnuda, como aquel amanecer, será por eso, que soy perfecto amante Y esclavo asiduo de tu cuerpo de mujer, 
y por todo eso quiero beber de tus líquidos hirviente que son agua de vida, morder tus labios ardientes y sentir mi alma en la tuya perdida, huelo tu aroma de flor excitada, recorro las colinas de tu cuerpo con mis manos, quiero sentirte húmeda y desesperada,tomar la miel de entre tus muslos y hacia un mundo sin secretos, los dos nos vamos.

me acosté sobre la arena tus manos se deslizaron por mi cuerpo
vibrando me entregue a ti, nuestros fluidos salen naturalmente,
me siento humedecida de amor, de emoción, tu con tu virilidad
penetras en esas aguas, sumergida totalmente, profundamente,
a compasadamente, me gusta sentirlo dentro, que me penetre.
me encanta como me habla como me dice esas palabras que me ponen mas
caliente.

Siénteme como entro Despacio... Hacia tu rincón más intimo, abriendo espacio... Siento cómo vibras lento Los dos somos uno mismo....labios ardientes Y sentir mi alma en la tuya perdida.

…apasionante recorrido de su hombría que despierta mi esencia de hembra enardecida……dulce hechizo que embriaga mi piel tan ansiosa de sus caricias y sus besos……indómita lujuria que desesperada deseo en mis rincones más prohibidos……encanto de su virilidad que me enajena al penetrarme…… magia de su savia que endulza mis entrañas……embrujo de querer ser eternamente

prisionera de sus deseos…