Era sábado en la tarde, yo estaba recostada en el sofá viendo la televisión, cuando sonó el teléfono, era mi amigo Héctor que venia a invitarme a bailar, conociendo lo mucho que a mí me gusta el baile, sinceramente yo estaba muy cansada pero ante su insistencia acepte irme con el a bailar, fue una tarde muy agradable el era una buena pareja ya que bailaba muy bien, y la pasé de maravillas con Héctor, estábamos sentados uno frente al otro y el no dejaba de mirarme, de pronto me dijo, estas muy bonita ese pantalón ajustado te queda muy bien, todos te miran ya que te mueves muy sabroso y con ese pantalón uff! mira como me tienes linda.
El me propuso dar un paseo por el parque donde nos conocimos yo enseguida acepte y salimos rumbo al parque, al llegar vimos que no había nadie todo estaba solitario y oscuro, nos sentamos en un banco cerca de un follaje, el puso su mano en mi pierna y yo me estremecí al contacto de su mano creo que los dos estábamos excitados por la música del baile y ahora con la oscuridad y el silencio que nos rodeaba todo eso estaba como preparado para algo mas que un simple paseo, el me miró y me tomó las manos, mis manos estaban frías y no precisamente por el aire fresco de la noche yo estaba temblando y el me abrazó queriendo darme calor con su cuerpo me acarició la cara y sin darnos cuenta estábamos besándonos apasionadamente y eso llevó a otros besos y después a caricias ya estábamos bien excitados y el me propuso a irnos a mi casa ya que la mía quedaba mucho mas cerca, nos marchamos, mientras el manejaba con una mano tomaba el volante, y con la otra no dejaba de acariciar mis piernas, en 20 minutos ya estábamos en mi apartamento, y también estábamos bien caliente y con unos deseos tremendos de comernos.
Sin decir palabras yo abrí la puerta y asi en silencio entramos, fui a encender la luz pero el me lo impidió tomándome por la cintura y llevándome a mi habitación entre pasos y pasos fue besándome, acariciándome y quitándome las ropas, su lengua se introducía dentro de mi boca y nuestro beso alargaba el deseo que iba experimentando mi corazón. Al mismo tiempo que sus manos acariciaban mis pechos, yo sentía la dureza en el el bulto que se notaba de su pantalón, el me beso en la oreja y me dijo muy suave y casi susurrando.
Quiero sentir tu desnudez que embriaga con mi torso desnudo. Quiero tener tu vagina para que mi boca rompa en alaridos de locura, quiero saborear tus pechos como si fuesen unos dulces manjares mi fuego se convierte en éxtasis y te traspasa para que entres en el reino del deseo sexual. Todo cuanto te doy, te hace estar mojada y llena de lujuria viciosa que te hace besarme con la intensidad de querer que te coja sin mencionar palabra alguna. Cuando sentí el roce de su piel, todo se me erizo. Su pene erecto llamó mi atención y jugué a ponerlo mas duro aun.
Mi mano como fuego quería colma su frenesí.
Sin
detenerme, mi mano fue introduciéndose por el zíper de su pantalón para llegar a su pene, cual fue
mi sorpresa que no llevaba ropa interior. Más excitación me produjo pues me
dije a mi misma que el quería coger más que divertirse en el baile.
Nuestros
cuerpos seguían fogosos por tanta caricia. Mis piernas se abrieron para recibir
su mano con placer. Sus dedos se introducían en mi horno fogoso que estaba
en su punto de ebullición. Yo abrazada a
el, gemía de placer mientras le acariciaba su pene que aún permanecía escondido
en el pantalón.
El empezó a masturbarme con la destreza que hizo
que me sintiera como en un letargo divino... el me dijo con voz ronca ¡sigue mi
dulce amor tómalo en tus manos y chúpamela ahora!
Al
girarme y contemplarlo, algo sucumbió a mi mente y a mi entrepierna. Era el
mayor regalo que me habían hecho por cumpleaños.
Cogimos con una intensidad maravillosa para sucumbir a la excitación. Nuestras lenguas se deleitaban al hacer aquel 69 que nos llevó a un delirio extremo. Tanto su pene como mi vagina deseaban ser lamidos... El tiempo pasaba y nos sentíamos más unidos. Del calentón en el baile, pasamos al amor intenso y delicioso. Las posturas se iban sucediendo para entrar en un vicio sexual algo impensable. Jadeos, caricias, frenesí, sexos mojados y excitados... todo era un fuego encendido que hizo la noche interminable.
Cogimos con una intensidad maravillosa para sucumbir a la excitación. Nuestras lenguas se deleitaban al hacer aquel 69 que nos llevó a un delirio extremo. Tanto su pene como mi vagina deseaban ser lamidos... El tiempo pasaba y nos sentíamos más unidos. Del calentón en el baile, pasamos al amor intenso y delicioso. Las posturas se iban sucediendo para entrar en un vicio sexual algo impensable. Jadeos, caricias, frenesí, sexos mojados y excitados... todo era un fuego encendido que hizo la noche interminable.
Me gritó ¡aguanta un poco, que me corro también!....
Mis gemidos hacían que no pudiese contenerse más. Explotaba de placer. Su pene lleno de furor no pudo aguantar más y su semen caliente saltó como el champán al abrir la botella.... yo, con un delicioso beso en su boca, le dije que se había corrido de gusto. El había caído de espalda pues su verga estaba llena de semen de la corrida que había sufrido.
La noche fue pasando y llegando el día, su cuerpo tendido en la cama me maravillaba. Lo acaricie y lo bese con tanta pasión que me miro y me dijo suavecito tu piel es como los pétalos de las rosas, tus curvas son un camino de placer... Mis ojos lo miraban como si volviera a hacerle el amor. Mi mano deseosa se deslizó por su cuerpo. El roce con su piel me llenaba de gozo y me sentía como la mujer más feliz. Tenía a mi lado a un hombre que me hacia sentirme como una diosa del amor...
Su verga iba despertando de su letargo nocturno y se empalmaba.
En ese momento, yo al despertar. Note mi cuerpo lleno de lujuria pues con su mirada sentía que mi vagina estaba mojada y deseosa. Nos besamos para seguidamente posarme en su verga y lamerla intensamente, el se voltio y me metió su verga de un empujón dentro de mi gruta caliente y mojada y mis líquidos corrían por mis muslos.
Todo fue
un tremendo manjar entre besos, carisias y cogidas, asi nos dormimos abrazados.
A la mañana siguiente el se levanto, y con un beso en mi boca, me dijo: ¡Buenos días, has dormido bien! ¡Debo
vestirme que tengo que ir a visitar a mi familia! ¿Quieres venir o si lo
prefieres quedamos en algún otro lugar
?...
Sin saber que palabras salían de mi boca le dije que nos veríamos en el parque público. Se vistió y salió y yo me quedé en la cama otro rato, antes de irse, me besó y dijo que no faltase a la cita, con una sonrisa me dijo, es tu cumpleaños y hay que seguir celebrando...
Mis gemidos hacían que no pudiese contenerse más. Explotaba de placer. Su pene lleno de furor no pudo aguantar más y su semen caliente saltó como el champán al abrir la botella.... yo, con un delicioso beso en su boca, le dije que se había corrido de gusto. El había caído de espalda pues su verga estaba llena de semen de la corrida que había sufrido.
La noche fue pasando y llegando el día, su cuerpo tendido en la cama me maravillaba. Lo acaricie y lo bese con tanta pasión que me miro y me dijo suavecito tu piel es como los pétalos de las rosas, tus curvas son un camino de placer... Mis ojos lo miraban como si volviera a hacerle el amor. Mi mano deseosa se deslizó por su cuerpo. El roce con su piel me llenaba de gozo y me sentía como la mujer más feliz. Tenía a mi lado a un hombre que me hacia sentirme como una diosa del amor...
Su verga iba despertando de su letargo nocturno y se empalmaba.
En ese momento, yo al despertar. Note mi cuerpo lleno de lujuria pues con su mirada sentía que mi vagina estaba mojada y deseosa. Nos besamos para seguidamente posarme en su verga y lamerla intensamente, el se voltio y me metió su verga de un empujón dentro de mi gruta caliente y mojada y mis líquidos corrían por mis muslos.
Sin saber que palabras salían de mi boca le dije que nos veríamos en el parque público. Se vistió y salió y yo me quedé en la cama otro rato, antes de irse, me besó y dijo que no faltase a la cita, con una sonrisa me dijo, es tu cumpleaños y hay que seguir celebrando...
1 comentario:
Uff que rico regalo mi adorada Erótica, cuando es tu cumpleaños? o cuando fue? me gustaría regalarte algo, aunque no será algo así ya que no se nada de ti, pero me gustaría darte algo ya que tu llenas mis días de pasión virtual y me das unas calenturas tremendas, aunque sea virtual, pero yo también te daré tu regalito, besos miles querida mía.
Publicar un comentario