
Era una noche en la cual fuimos a una cena de Aniversario de la empresa donde trabaja mi marido, yo vestida de un vestido rojo ajustado a mi hermoso cuerpo a lo cual cabe rescatar que tengo unas buenas tetas y un deseado culo acompañada de una estatura de 1.70 cm y se notaban mis largas piernas, llevaba una sandalia de taco alto y mi cabello negro recogido.
Llegamos al lugar donde estuvimos toda la noche sentados en la mesa sin que pasara nada particular.
Ya muy entrada la noche noté que ya no había casi
personas en la fiesta, solo algunos compañeros de mi marido que en ese momento
me percaté que se fijaban en mi, miré a mi marido y pude notar que por causa
de las bebidas se había quedado dormido, entonces supe que eso seria mi
gran oportunidad.

Se me acerca uno de sus compañeros, que debo decir que estaba bastante fuerte y me sacó a bailar, cuando llegamos a la pista la música que sonaba era bastante romántica, entonces el aprovechó para abrazarme y apretarme contra su cuerpo, bailamos unos minutos y sentí que el se apoyaba cada vez más contra mi cuerpo y pude sentir que apoyaba su bulto contra mi.

Se me acerca uno de sus compañeros, que debo decir que estaba bastante fuerte y me sacó a bailar, cuando llegamos a la pista la música que sonaba era bastante romántica, entonces el aprovechó para abrazarme y apretarme contra su cuerpo, bailamos unos minutos y sentí que el se apoyaba cada vez más contra mi cuerpo y pude sentir que apoyaba su bulto contra mi.

Como yo estaba pasadita de
copas lo miré
y me lancé contra sus labios dándole un gran beso con la lengua, miré hacia
donde estaba mi marido para ver en que estado se encontraba y el seguía
dormido.
Entonces después del beso me agarró de la mano y me llevó hacia la
cocina la cual ya se encontraba vacía.


Llegamos a la cocina y yo que ya no podía aguantar el deseo de tener su verga
entre mis labios, me arrodillé ante el y le bajo el zipper y dejo en libertad
su abultado pene, lo miré sorprendida por la grandeza de su pene y temí que no
cupiera en mi boca, media por lo menos unos 25cm,
Lo tomé entre mis manos y me
dispuse a hacerle una buena paja, mientras lo hacia el mi dijo que no aguantaba
más y que por favor me tragara esa enorme verga que tenia en mis manos, yo
accedí y empecé a darle una buena
mamada la cual con su mirada el me agradecía, en eso nos percatamos que otros
dos compañeros de mi marido nos habían seguido a la cocina, se acercaron hacia
mi y empezaron a manosearme, uno introducía su dedo en mi muy mojada raja
mientras el otro me succionaba los pechos y yo seguía con la enorme verga en mi
boca.
Uno de ellos me tomó del brazo pidiéndome que me ponga de pie, al ponerme en pie se lanzaron hacia mi despojándome del vestido de una forma desesperada, besándome y lamiendo todo mi cuerpo, uno de ellos me obligó a que me pusiera en cuatro, uno de ellos se escurrió debajo de mi, introduciendo suavemente su glande dentro de mi vagina y otro me introducía un dedo en el culo sugiriéndome que seria penetrada por atrás, el tercero me agarró del pelo y me levantó la cabeza dándome leves golpes por el cuello y la cara con su pinga que estaba muy tiesa, yo me sentía realizada engañando a mi marido con tres hermosas vergas que se introducían en cada orificio que encontraban a su paso.

Uno de ellos me tomó del brazo pidiéndome que me ponga de pie, al ponerme en pie se lanzaron hacia mi despojándome del vestido de una forma desesperada, besándome y lamiendo todo mi cuerpo, uno de ellos me obligó a que me pusiera en cuatro, uno de ellos se escurrió debajo de mi, introduciendo suavemente su glande dentro de mi vagina y otro me introducía un dedo en el culo sugiriéndome que seria penetrada por atrás, el tercero me agarró del pelo y me levantó la cabeza dándome leves golpes por el cuello y la cara con su pinga que estaba muy tiesa, yo me sentía realizada engañando a mi marido con tres hermosas vergas que se introducían en cada orificio que encontraban a su paso.

El que estaba debajo de mi me penetraba con tanta fuerza que me hacia pensar
que mi vagina se partiría en mil pedazos, mientras el otro ya había introducido
la mitad de su verga en mi culo. Yo me encontraba en una posición que solo
podía sucumbir ante un deseo tan fuerte.
El que me introducía por el culo
sintió que el dolor que yo sentía era demasiado grande y fijándose que había
una frasco de mayonesa cerca de el
se percato que también había un pepino, lo
unto en el pepino para introducirlo dentro de mi agujero lo cual me excitaba
aún más, cuando mi culo ya se encontraba bien lubricado metió su pene hacia mi agujerito lo introdujo de
un solo golpe, estuvimos así por cinco minutos
aproximadamente y luego
cambiamos de posición.

Después de esto me condujeron hasta la mesa de la cocina haciéndome
acostar sobre ella, al que me penetraba
por el culo pasé a chuparle la verga, al que yo le hacia
una rica mamada a pasó a chuparme la concha y así quedando el tercero que pasó a acariciar, lamer y succionar mis
senos.

El que me mamaba la concha se detuvo para así colocarme mermelada de fresas y
continuo lamiéndomela, al que le estaba succionando la pinga no aguantó haciendo que ese manjar de liquido
corriera por mi boca llegando a mi garganta, yo me relamía saboreando su esperma, mientras que el que me chupaba las tetas
se subió encima de mi para hacerse una paja rusa, que al final también terminó por correrse en mis bellos pechos y el otro pasó a metérmela con tanta fuerza que yo ya sentía que se venia, entonces le pedí que se corriera en mi deseado culo, el me puso de cuatro y como
ya estaba bien preparada lo introdujo con mucha fuerza y a la tercera embestida
ya se corrió dentro de mi culo.
Luego a todos pasé a darles una buena
chupada para limpiarles las vergas.
Después de tanto gozo nos vestimos, y prometimos que algún día volveríamos a repetir esta misma experiencia.
Después de tanto gozo nos vestimos, y prometimos que algún día volveríamos a repetir esta misma experiencia.
Ya
lista yo salí sola para que nadie sospechara,
y en ese mismo momento noté que mi marido ya se había
despertado y me preguntó de donde venia lo cual respondí que estaba buscando el sanitario y el, inocentemente, me indicó donde quedaba en realidad. Tomé mi cartera, abracé a mi marido y le di un largo beso en la
boca, salimos del lugar tomamos un taxi y volvimos a casa.




1 comentario:
Me acosté sin fuerzas tras dejar contigo el final suspiro de mi piel rendida y en aquel momento en que moría hundido, tu extasiado canto, me llenó de vida. Este pensamiento te lo dedico a ti mi querida Erótica, Gracias por ser así como eres, expresiva al máximo, te felicito por tu blogs, Besos mil.Te seguiré hasta siempre. Tu fiel admirador
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