
Las seis de la tarde al fin! estoy tan cansada, llego a casa, dejo el portafolio a un lado del sofá, me pongo ropa cómoda y me recuesto en el, enciendo la televisión para distraerme un poco e inutilizar mi mente un poco más… Cambio de canal cada instante, pues nada de la programación logra capturar mi atención, de repente mi teléfono celular suena,
mi corazón empieza a palpitar rápida y eufóricamente siento que puede salírseme del pecho, mis ojos esperan ver que en el identificador este tu nombre, se pinta una sonrisa en mi rostro, hay ese mariposeo en mi estomago, me tiembla la mano al alcanzar el celular que esta en el bolso, pero así como estas sensaciones llegaron, así se fueron…no eras tu... era mi jefe que me estaba llamando para que recordara tener los reportes de la semana temprano y ponerlos en su escritorio a primera hora, pues teníamos una reunión muy importante al día siguiente…

Al finalizar la llamada mis ojos sin quererlo se llenaron de lágrimas, y hasta ahora me niego a comprender por que, entré de inmediato al estudio para revisar los reportes en la PC y esas sensaciones regresaron a mi, inicie la sesión del Messenger tratando de encontrar a alguien conectado, pero no había nadie que a mi me interesara para comenzar el tan monótono dialogo en el Chat, mire y tenia cinco correos en la bandeja de entrada sin pensarlo la abrí y ¡nada! No había ningún correo de esa persona a quien con tanta insistencia esperaba que llamara o escribiera…desconsolada revise los reportes, termine después de treinta minutos.
Me sentí aún mas cansada y desolada…decidí tomar una ducha, al estar ya en la ducha y sentir el agua correr por mi cuerpo desnudo comencé a recordarte con más fuerza y dolor, recordé aquellas contadas veces que te tuve en mi casa, en mi cama, la dicha que sentía al estar junto a ti, lo bien que me sentía cuando tus brazos me rodeaban con un tierno abrazo , cuando tus labios buscaban los míos para fundirse en un candente beso y tus manos que acariciaban mi cabello, mi rostro, mis hombros y después lentamente iban bajando a mis pechos y después hasta mi sexo, y lo acariciabas con tal afán que no quería que pararas, hasta que hicieras que todo mi ser explotara en inexplicables sensaciones…mientras en la ducha, mitigo los deseos de verte y sentirte en mi con profunda nostalgia…

Después de largos sollozos recuesto mis pensamientos en mi almohada y me invade un profundo sueño y yo por supuesto caigo en el, dejo que todos los recuerdos hagan su trabajo y bombardeen mi mente…quedo profundamente dormida…
Al despertar voy hacia el closet para elegir mi atuendo para la reunión, es una ocasión especial, pues se cerrara un gran negocio para que nuestra empresa sea el principal proveedor de químicos a nivel mundial;
claro la ropa interior debe de ser igual de sensual, así que me ducho y decido ponerme la tanga y el brasier de encaje blanco que contrasta con el color de mis pezones y con el de mi arreglado vello púbico.
Me siento tan sexy que recuerdo la última vez que me lo puse para ti, pero en fin, no era el momento para pensar en eso, pues conociéndome, no iba a aguantar las ganas de calmar las ansias de sentir ese placer y podría hacérseme tarde para la reunión.
Salgo de casa, llego a la oficina y de inmediato acaparo todas las miradas,
pues realmente lucia diferente y sexy.
Al llegar a mi oficina, aun con mi cuerpo pidiendo le diera placer; comencé a preparar las carpetas para la reunión. Y al fin llego la hora de la reunión, pero cual fue mi sorpresa al verte ahí, al entrar te quedaste mudo,
pues recordaste nuestro ultimo encuentro,
llevaba ese mismo atuendo y se muy bien que te encanta como me veo; al verte mi mente me traiciono y lo único que había en ella eras tu, los recuerdos me hostigaron con escenas que hicieron que mi cuerpo se estremeciera y me pidiera, es mas me suplicara que liberara esa sensación retraída de placer…te miraba, me mirabas pareciera que mi mirada te
decía:
“tómame una vez mas hazme tuya”
Después de dos largas horas de agonía, se firmo el contrato, se logro el objetivo, pero ¿y yo?...poco a poco los socios se fueron yendo y solo en la sala de juntas quedamos tu y yo…tu acomodando tu portafolios y yo muda, quieta, descruzo las piernas, estoy realmente húmeda. Me urge que termines de acomodar tu portafolio.
Nuestras miradas se cruzan y de repente se comienza a escuchar una terrible melodía, nunca me ha gustado la horrible música estereofónica pero, esa vez, me inspiro para realizar un streptease en tan correcto ambiente, apenas te ponías de pie para salir de la sala de juntas cuando en la silla donde me encontraba, frente a ti, comienzo a tocarme los pechos y mi
sexo.
Absorto, te quedaste quieto, mientras yo me deshago del saco, desabotono mi blusa y mi brasier, tú acomodando tu portafolio y yo muda, quieta, descruzo las piernas, estoy realmente húmeda.. yo me deshago del saco, desabotono mi blusa y mi brasier dejando mis pechos en libertad. Sigues mirándome, con una enorme erección, que me hace lubricar aun más. Entonces, desabotono mi falda, dejando ver la tanga de hilo dental que se hunde en mis nalgas, y el frente de encaje transparente deja ver mí arreglado vello púbico, tu respiración se ha acelerado.
Me volteo para que veas mis nalgas que de seguro has de recordar muy bien, al tiempo que tomo el extremo de mi trasero y el delantero de mi tanga y la hago friccionar contra mi rosita empapada. Luego, bajo lentamente mi mojada tanga, de manera que mi desnudez es total. ¿Y que hago después? te entrego la tanga empapada.
Tú reaccionas y así como estoy, recargada contra la pared, acaricias mis pechos y los mamas, haciéndome jadear.
Luego te agachas y comienzas a chupar mi vulva de una manera delirante, mientras aprietas y separas mis nalgas. Metes el dedo en mi vagina y me lo sacas. Me tiemblan las piernas. Sin bajarte los pantalones te abres el zipper y, con tu enorme pene erecto, me ensartas contra la pared, se caen los cuadros que estaban colgados ahí produciendo un estruendoso escándalo que se escucha en la salita de espera.

Me perforas, me enloqueces, haces venirme una y otra vez, mientras me aprietas las nalgas hasta que siento dolor, y tú te vuelves loco igual que yo. Apunto de terminar haces que me acueste en el escritorio donde minutos antes se llevo a cabo la reunión y terminas masturbándote y bañando todo mi cuerpo con tu semen.
Y por si fuera poco, al final, te ocupas de untármelo en los pechos y pezones, en el vello pubico y en la vagina, en la cara, en la boca, en el pelo… mhhh quiero mas, si, quiero, oh si!!
Más!!…afuera las secretarias y los socios aguardan mudos…y nosotros adentro, con un sin fin de emociones nos entregamos una y otra vez a la lujuria y la pasión, nos entregamos al noble placer del sexo…y ahora que vuelvo a ser tuya lo único que me pregunto es:
¿Cuándo será la próxima reunión?
Atrás quedo esa melancolía que día a día lastimosamente daba tregua a que la nostalgia fuera mi única compañía.
Realmente debo de admitir que lo nuestro es vilmente pasión y lujuria, que el juego donde se mezclan tan arcaicos sentimientos no existe para ti y para mi…pero ¿como explicar el sentimiento que mi ser tenia hacia ti?; sencillo; era la sola necesidad de sentirte dentro de mi, sentir recorrer en mi ser esas inexplicables sensaciones de lujuria y placer,
esas tan delirantes caricias de las yemas de tus dedos sobre mi piel que clama destilar gota a gota mis ansias reprimidas, esos espasmos que tu lengua juguetona provoca cuando delicadamente pero con sarcástica brusquedad lame mis pezones erectos por semejante excitación, cuando poco a poco vas recorriendo mi cuerpo desnudo hasta llegar a mi sexo húmedo y sediento de sentirte de tenerte dentro, lo recorres con tanta impaciencia que pareciera que quieres comerlo de un solo mordisco, luego esa forma tan inexpresable de besar que al primer rose de tus labios me vuelves loca…
En fin, después de tan buena dosis de estrógenos y progesterona, trato de asearme con lo que este a la mano, me pongo delicadamente la tanga, el brasier y tu mirada atónita parece decirme:
-Por favor!, no te vistas todavía, espera un poco mas, déjame contemplarte!!...

Pero delicadamente me pongo la blusa la abotono, luego la falda, subo el cierre y me coloco el saco, alboroto un poco el cabello para desenredarlo un poco y salgo vacilante de la sala de juntas, tu te quedas exhausto por lo ocurrido.
Al salir de la sala todo mundo pregunta por lo que paso y yo con una sonrisita irónica les digo que te desmayaste por eso te quedaste en esas condiciones tan, tan...precarias ¿tal vez? y me retiro con una gran sonrisa de satisfacción, fue la mejor sesión de sexo que desde hacia mucho tiempo no tenia…
Transcurrió el día sin ninguna otra interrupción, salvo que mi lujuria no estaba del todo satisfecha; pero no podía quejarme pues estar de nuevo con el fue indudablemente placentera. Termino el turno del trabajo, cerré la sesión en la computadora, apague el aire acondicionado las luces y apaciblemente me dirigí al estacionamiento, subí al coche y conduci hasta la casa

Al llegar pude percibir que frente al portal de la casa se encontraba un mustang la cual de cierta forma me resultaba familiar, estacione mi coche y sin siquiera mirar me dirigí a la entrada, total que mas da el hecho de esperar a que el conductor o conductora del mustang se marchara y metiera mi auto al garaje.
Entre a la casa, y como ya era costumbre me tire en el sofá dejando a un lado el portafolio y mi bolso, encendí el televisor pero nada de la programación llamaba mi atención; cambie constantemente los canales y después de un recorrido por los 80 canales de cable, apague el televisor y me dirigí a mi alcoba, no sin antes echar un vistazo a la calle con la esperanza de que el auto estacionado frente a la entrada de mi portal ya se hubiera ido, pero no,
seguía sin haberse movido un centímetro; resignada me volví a mi alcoba, comencé a quitarme la ropa para disponerme de una reconfortable ducha,
mi mente estaba luchando vanamente por no recordar lo sucedido al termino de la reunión pero mis esfuerzos se inutilizaron y mi cabeza comenzó a darme vueltas sin cesar mostrando cada centímetro de su cuerpo, de su miembro penetrándome…
por mas que me esforzara no conseguía apartar de mi esas imágenes, en fin exhausta deje la ducha, me envolví en la toalla y volví a la sala por mi bolso ya que ahí tenia la ultima dosis de bensal; cuando repentinamente sonó el teléfono celular, esta vez ya no esperaba ver su nombre en la pantalla, pero cual fue mi sorpresa, ¡era su número!, mi respiración se torno mas agitada comencé casi a hiperventilar, tenia la garganta seca al responder,
-Déjame entrar- dijo su voz- quiero verte-
- impávida conteste- ¿dejarte entrar?, es acaso que tu…no puede ser, ¿como diste conmigo?,
- no es difícil seguirte, murmuro…
¿Así recibes siempre a tus visitas?, dijo entre dientes mientras se dirigía al
sofá, -es algo insinuador, ¿no te parece?-;
- No sabía que tendría visitas, exclame en forma de escusa;
Con una sonrisa picara y llena de lujuria me contestó:
-¡claro que no!, no podría ser más que excelente tu recibimiento-, exclamo.
-Bueno, habla, que quieres-, le dije con cierto tono de autoritarismo…
Contemplarte una vez más. Luego de una pausa continuo. -¿sabes? Hacia mucho que no me la pasaba también como hace rato, no había experimentado tal excitación como la que tú me hiciste sentir desde que te vi.

Sabia que estaba sonrojándome, pues fue un cumplido muy sutil, y mi deseo por repetir la hazaña aumento significativamente, mi mente estaba ocupada en contenerme, para no hacer obvio que de nueva cuenta la lujuria se apoderaba de mi y mientras mas oía lo que decía mas me costaba trabajo contenerme y antes de que pudiera terminar la frase lo interrumpí y le dije:
-¿y viniste solo a decirme eso?...te hubieras evitado el gasto de la gasolina y me lo hubieras dicho por teléfono…- Le dije y le sonreí mientras lo miraba y pasaba mis dedos por mi cabello húmedo y mostraba cierta indiferencia, aunque moría de ganas por que me hiciera suya…

-tienes razón, solo que necesitaba verte- se levanto del sofá y se puso frente a mi…necesitaba comprobar lo que me provocas, lo que me haces sentir…
Y bruscamente me arrancó la toalla y quedé descubierta frente a el; me miraba con una tierna pero a la vez ardiente mirada, llena de deseo por tocarme, por acariciarme, por besarme…
sin saber como, ya estábamos en mi recámara, yo delante de el desnuda mientras que el vestía un pantalón de mezclilla azul y una camisa blanca desabotonada de los tres primeros botones que dejaba ver su bien formado pecho…y con cierta delicadeza desabotone la camisa completamente…yo estaba mucho mas húmeda que en el encuentro anterior, esta vez yo tome la iniciativa:
-¡prohibido tocar!, le dije con voz ronca, pues mi garganta estaba seca y las palpitaciones de mi ritmo cardiaco iban en aumento, -solo mira, calla y disfruta-

Así que comencé… mis labios rozaron los suyos y se fundieron en un candente beso, poco a poco recorrí su rostro hasta llegar a su cuello con un suave vaivén de mi lengua lo recorrí de arriba abajo, lamí sus oídos incluso los mordisquee un poco; ¡le encanto!, hice el mismo recorrido por su cuello, baje lentamente hasta su pecho, lo bese apaciblemente, lamí sus pezones con singular cadencia y mi lengua jugo un rato con ellos, baje poco a poco, siguiendo las líneas de su cuerpo bien formado, llegue a su ombligo, desabroche el cinturón, luego el pantalón y finalmente baje la bragueta; era imposible no notar la erección de su bien dotado miembro,

Bien dicen que todo se parece a su dueño, hurgue con mis labios su pene, eso lo hizo estremecer, le quité el pantalón, y mi lengua empezó otra vez a jugar con sus muslos, iba y venia recorrí de nueva cuenta todo su cuerpo; yo estaba muchísimo mas húmeda que en el primer encuentro, seria fácil para mi tener un orgasmo vaginal en ese punto, pero decidí contenerme…
Lo miré directo a los ojos y puede ver como estaban llenos de placer y al mismo tiempo mostraban las ganas que tenia por tocarme, por besarme, ambos estábamos esperando el momento justo para explorar y dejarnos llevar por esas sensaciones tan indescriptibles que nos volvían locos…el sexo oral para los hombres es muy placentero al igual que para nosotras…aunque no se por que presiento que ellos lo disfrutan mas…así que sin pensarlo dos veces me dirigí de nueva cuenta a su pene le quite los calzoncillos y…delante de mi, estaba ese bien dotado miembro,
erguido, garboso, lentamente comencé a lamerlo, de abajo a arriba , de arriba abajo; mire su rostro, la lujuria ya lo había invadido, reflejaba tanto placer, después lo lleve a mi boca…comencé con ese vaivén lentamente y después de unos minutos el ritmo se torno mas deprisa… entonces desesperado y sin contenerse mas comienza a tocarme su mano se mueve y comienza a acariciarme, lo tiene fácil, no hay ropa, solo piel, una piel sedienta de el, de su cuerpo… de sus manos… de su boca… de su sexo…
Se desliza bajo las sábanas, primero solo su mano, estoy de espaldas a el, recorre mi columna, nota como se eriza mi vello, trato de no moverme, quiero seguirlo sintiendo, muy despacio sube hasta mis hombros y los roza con la yema de sus dedos, tira de mi y consigue que me ponga sobre la cama,
tumbada completamente, dejada a su merced, no tengo que oponerme pues es su turno de embriagarme con esa lujuria que no puede contener mas…me quedo inmóvil, gozando de sus caricias…
Sigue con el tibio paseo de sus manos sobre mi cuerpo, ahora toca mi cuello y va deslizándose sobre mis pechos… ha conseguido que mis pezones estén erectos, erguidos, duros… no pueden resistirse a la suavidad de sus manos… el juego continúa, yo no me muevo, solo siento, solo lo dejo hurgarme.

Continua su descenso, en mi estómago siento unas ligeras cosquillas que me hacen sonreír, se detiene para contemplar esa sonrisa que ha provocado, me mira con ternura y con deseo a la vez, esa mirada que siempre me deja sin palabras, no puedo evitarlo, cierro los ojos cuando siento que su mano ha descendido aún más, ha pasado de largo mi sexo, se ha detenido por el interior de mis muslos, juega con ellos, me hace sufrir porque yo estoy deseando sentir esa mano cálida en mi intimidad, en ese rincón que es solo mío y, a la vez, solo para el.

Siento como va subiendo por mis muslos, me estremezco solo de pensar que harán sus manos sobre mí, siento algo fuerte en mi pecho, es el deseo que no me deja ni respirar, deseo que provoca con tan solo rozar mi sexo, rápida, fugazmente, como si no quisiera tocarlo, juega con la minúscula línea de vello que corona mi sexo, siente el calor que desprende, huele su humedad, no puedo controlar lo que me hace sentir.

Me acomodo frente a el, poniendo mi pierna sobre su espalda… abriendo la otra sobre la cama… quiero que disfrute viendo mi sexo abierto para el… que lo admire… que lo desee como yo deseo esos dedos que juegan ágiles pero a la vez lentos sobre él… los dedos que recorren lentamente mi sexo hasta mis labios, abriéndolos… deslizándose suavemente por ellos, solo acariciando con la yema de los dedos… primero descendiendo para después ascender hasta mi clítoris en un ligero roce, leve pero profundo… intenso… repite ese movimiento una y otra vez mientras me escucha suspirar…

gemir… abandonarme al placer…
No resisto esa calma y el lo sabes… sabe que quiero algo más, que deseo algo más, que lo necesito y muy lentamente siento como su dedo índice va entrando en mi cuerpo a la vez que noto su respiración cerca de mi sexo… sí… su boca está muy cerca… la deseo, deseo sentir su lengua lamiendo toda mi intimidad…

chupa mis labios, los muerde con ternura, los saborea, los abre, se mete dentro de ellos… sabe cuanto me está haciendo disfrutar y eso le gusta… clava su mirada en mis ojos, mientras acelera el ritmo de su lengua… ha introducido un dedo más en mi abertura… lo mueve rítmicamente, entra y sale sin prisa pero sin pausa… su mano está envuelta por los líquidos que emanan de mi interior… siente que estoy a punto de estallar, mis piernas tiemblan… mi espalda se arquea… ha llegado el momento final…

Quedo exhausta sobre la cama esperando a que Morfeo me tome en sus brazos y me transporte a una profunda quietud…Llega la mañana, el sol se cuela por la ventana, abro mis ojos y veo la cama vacía, un suspiro sale de mi y luego una sonrisa picara al recordar lo que hacia unas pocas horas acababa de ocurrir, me levanto, tomo una ducha y sigo mi rutina habitual… Deseando e imaginándome que pasará en el próximo encuentro.
























2 comentarios:
uff querida que caliente me pongo, cuantos deseos desbordados en ese pecado divino, y si que es divino, me da mucho calor cuando te leo, necesito un buen trago de aguardiente para pasar esta calentura, si te tuviera a mi lado tendrían que llamar a los bomberos para apagar ese fuego, linda, cuanto diera por conocerte en persona, te cumpliría todas tus fantasías,un beso grande para esta mujer tan hermosa...muuuah
Es una historia muy Erótica, hasta el punto de humedecer a cualquiera, es como una historia apasionada y llena de lujuria, uy! que rico, y con esa música de fondo, no hace falta nada mas para el momento de hacer esas cosas tan sabrosas, toda tu eres puro erotismo, bien te queda ese nombre, bello blog, muy Erótico y sensual,besos, cuídate, bella dama del erotismo
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