Cuenta Los Minutos Que Estas En Mi Blog Y Gozate

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Reloj

11 abr 2011

Mi Amante Cibernético



Fue a finales de Marzo yo estaba sentada frente al monitor, estaba terminando un trabajo, cuando aquello yo trabajaba para el departamento del seguro social, ese día empecé a usar el chat, nunca me había dado por hacerlo pero mi hija mayor me dijo un día que me metiera y conversara con diferentes personas ya que yo estaba pasando por un momento muy triste, la perdida de mi esposo, ella me dijo hazte de amigos y amigas cibernéticos y veras como te relajas un poco y no piensas tanto en ese dolor que llevas dentro, hazlo mima y verás que bien te sentirás.

Empecé a chatear y me hice de amigos y amigas  un día alguien me pidió entrar al privado, yo acepte sin saber si era hombre o mujer ya que los nombres que se ponen ahí son tan extraños que no se sabe que son en verdad.

Yo le pregunte si era mujer, me contesto que era hombre y me dijo su verdadero nombre, bueno eso pensé en verdad, y seguí comunicándome con el.

Me dijo su edad y pensé retirarme ya que era muy joven pero el insistió en seguir chateando conmigo, solo acepte con la condición de que me enviara algo para saber quien era en verdad, yo estaba muy confundida en los primeros días de comunicación.   
Cuando conocí a mi ardiente cibernético yo estaba tratando de relajarme de las tareas diarias.  
Los primeros días nos comunicamos con todo respeto pero poco a poco mi interés  en él se incremento, más aún siendo el mas joven. Le dije que era una mujer viuda, Le conté mucho de mi vida, de mis amigas, de mis hijas. A las pocas semanas ya me sentía parte de él y comenzamos a decirnos las palabras más dulces que se pueden decir por este medio. Mi deseo por él crecía a cada momento y las ganas que él tenía de besarme y hacerme suya se notaban en sus escritos. Me entendía a las mil maravillas pero sabíamos que iría a ser un idilio cibernético... al menos por el momento.
Un día me dijo que quería entrar al chat para decirme algunas cosas y yo accedí, procuré ser cumplida con el horario que me dio (el trabajo que tenia a veces me saturaba)... pero ahí estaba. "Deseo estar contigo", me dijo. "Ya no soporto más el saber que puedo tenerte y no hacerlo. Quiero besarte, acariciarte, hacerte mía una y mil veces. Sin embargo no podía cumplirse ese también  era mi deseo. Le mande unas fotos que me tome con mi cámara digital. Mi cuerpo sin rostro estaba en casi todas ellas. Me tomé otra de espaldas... mis glúteos se le presentaban a mi amante como dándole paciencia.
 Cinco fotos que le decían que yo también deseaba tenerlo a mi lado y poder sentirlo mío. 
El me había confesado que era divorciado y tenía un hijo. No importaba eso. Más bien yo le aconsejaba en su trato hacia ella.
 Me dijo también que nunca había tenido relaciones con una mujer adulta y que nunca lo había hecho por atrás. Yo le dije que ese sería mi regalo por la espera a la que lo estaba obligando.
  Y que quería jugar al "muñeco ruso" (yo le digo muñeco a ese miembro tan delicioso que tiene el y él le dice mi cuevita al mío).  Me dijo algo que nunca olvidaré. Dijo que deseaba por encima de todo estar conmigo. Y que por favor viera la forma de que eso sucediese. Mi amiga al enterarse de ello se alegro mucho y procedió a darme orientaciones de como podría ser ese primer encuentro nuestro.
Un día de abril, luego de muchos meses de chateos y conversaciones. Le dije a mi joven cibernético que fuese a un hotel llamado Torre blanca en las vegas  ya que el vivía allá y viese si le gustaba para poder encontrarnos ahí. Su reacción fue de lo más juvenil. Se alegró muchísimo y fue a verificar la situación de dicho hotel. Le gustó (yo había ido a verlo antes con mi hija que también vive allá) y me respondió que sería un lugar encantador para nuestra primera cita.  Unos días de descanso  fui a las vegas y a visitar a mi hija, necesitaba pensar en mis cosas de trabajo y demás que uno debe de pensar. Al llegar lo llamé por teléfono (cosa que no hacía normalmente) Y le dije que separara el hotel para el día sábado. Saltó, creo, como un niño, de contento, feliz. Ya deseaba que sea sábado según el... aunque faltaban dos días... Le dije lo que tenía que hacer y a la hora que debía llegar.
 Quería yo llegar antes para prepararme y ver su carita de sorpresa, asombro y deleite al verme.
El sábado en la mañana llamé por teléfono al hotel para verificar la separación del cuarto y luego procedí a vestirme con unos pantalones sencillos y una blusa. Puse mi ropa sorpresa en una maleta y me fui al hotel en el auto. Cuando llegué me inscribí en el registro del hotel y subí al cuarto. Era bello. No tan espacioso pero bello para lo que vendría después. Eran las 09:00 PM  y sabía que tenía hora y media para alistarme a recibir a mi adorado y joven galán. Me duché, perfumé y vestí con un vestido beige, blusa marrón, zapatos marrones. Me puse una ropa interior como sabía le gustaría pues habíamos hablado de ello tantas veces... beige con algunos encajes y con una abertura adelante que mostraba a la cuevita de mi amado en todo su esplendor. 

Solicité una botella de vino a recepción y esperé. Me sentía eufórica, rara, adolescente, excitada al máximo. Todos mis sueños con él, todas las palabras que me dijera estuvieron en mi mente y me ponían más y más ardiente.
A la hora exacta tocaron a la puerta y abrí. Ahí estaba él. Con un terno azul a rayas, todo un hombre, todo un joven... mi ardiente y cibernético amante.
 Fue solo un "Hola". 
Y luego tomó mi rostro y me dio el beso más largo y delicioso que haya recibido hasta ese día. Solo fue un beso, tierno. Vio luego mi cara y beso mis ojos que estaban al borde de las lágrimas, sintió mi cuerpo vibrar y deseo también vibrara el suyo. Me tomo del talle y me cargo. Mientras lo hacía me llevaba a la cama sin dejar de mirarme y yo verlo a los ojos. No me echó en la cama sino que se detuvo frente a ella y procedió a besar mis manos, subiendo por mis brazos. En esos momentos ya no sabía yo donde me encontraba. 
Sabía que por fin tenía a mi amante frente a mí. Sentí sus besos en mi cuello y como desabotonaba mi blusa y la retiraba con delicadeza. Vio mi ropa interior y besó mis senos por encima de ella. Mientras lo hacía yo le quitaba su saco, su corbata, y hacia lo mismo que su camisa. Vi su torso desnudo y empecé a besarle el pecho pasaba mi lengua en él y buscaba sus pezones al igual que él quería los míos. Mi sostén quedó afuera y sentía sus caricias en todo mi cuerpo. 
Mi espalda era suya, sus besos jugaban con mi vientre y me volvían loca, sus manos buscaban el zipper de la falda y la retiraban dejándole ver mis piernas. Ya no sabía que pasaba. No sabía cuantas manos acariciaban mi cuerpo pero sabía que allí estaba, frente a mí, procedí a quitarle el pantalón y mientras lo hacía besaba su vientre y jugaba mi lengua con su cuerpo. 
Bajaba más y llegó la zona de mi muñeco... era enorme, al fin lo tenía cerca, ya era mío, le bajé su ropa interior y el muñeco apareció majestuoso ante mí. Parecía llamarme y pedirme lo acariciara. Asi que lo hice. Lo besé delicadamente. Primero en el glande y luego por los costados para posteriormente introducirlo en mi boca todo y sentir su latir y el goce que me transmitía. Veía la carita de el y me sentía feliz de verla así
El retiró mi rostro de su muñeco me alzó y me echó en la cama. Empezó a besar mis piernas una a una. Me deleitaba con su lengua y más aún mientras subía y lo hacía en mis muslos. En esos momentos sentí mi primer orgasmo y el se dio cuenta de ello. Puso su carita entre mis piernas y aprovechando la abertura que había, pasó su lengua por todos lados encontrando mis jugos y bebiéndoselos como sediento. Esa lengua me hizo alocar nuevamente y presioné  su cabecita para que pudiera profundizar mas... ese orgasmo que sentí fue increíble. Notaba a mi amado como se deleitaba con mi cuevita que ahora era suya.


Siguió subiendo y besando mi vientre mientras acariciaba mis senos y me sentía gozar. Sus besos llegaron a mis pezones y uno a uno fue chupándolos hasta verlos crecer más aún. Mi cuello sintió su lengua y sus besos, mis labios buscaron los suyos y me respondió con deleite. Su lengua jugaba ahora con la mía como deseando profundizar también más por allí. Sus manos acariciaban mi cuerpo y en una rotación de ambos abrazados, quedé encima de él. Sentía sus manos en mi culito.

Como los presionaba y buscaba ese agujero de deleites. Mis jugos ya habían lubricado toda esa zona y el no tuvo problemas para introducir un dedo por ahí. Lo sentí moverse y me moví también. Sentí un segundo dedo penetrarme. El goce era enorme. Luego un tercero.

Mientras jugaba así por atrás yo le besaba su cuello y sus pechos y sentía como ese muñeco crecía más y más. Dios ¿Cuando dejará de crecer? En una de esas movidas de ambos sentí al muñeco tan cerca a mi  vulva que no aguanté más y lo introduje dentro... fue un deleite, era enorme y grueso. Sentí a mi amado gemir de placer y retirar sus deditos de atrás. Aproveché y me senté encima de él. 


Esa posición era mi sueño hecho realidad. Lo sentía totalmente metido y procedí a moverme primero en un mete y saca de deleite inigualable para luego al ver la carita de mi amado, al ver su goce... en movimiento circular presionando a mi muñeco con los músculos interiores en el proceso. El no se pudo contener y sentí el orgasmo más delicioso que pude sentir, era inacabable, una y otra vez, mientras me abrazaba y besaba de mil maneras. Me eché  encima de el y él me volteó para ponerse encima de mí. 

Su peso hizo que penetrara aun más ese muñeco lindo.

Sus besos me alocaban, deseaba sentirlo más y más quería que me sintiera a mí y que gozara conmigo como recompensa de tanta espera. El me besó. Mis labios buscaron los de el con ansias y deseos de ser suya nuevamente de no acabar nunca. Descansamos un momento.

[coito.jpg]
 Uno encima del otro. Sólo viéndonos. Recorriendo nuestros cuerpos con las manos y sintiendo esa tranquilidad y felicidad sin par. Estábamos sudando. El día se tornó más caluroso de lo que era.

Sin embargo mi adorado supo saciar mi sed. Se paró. Se dirigió a la botella de vino y luego de abrirla y echarlo en las copas se acercó a mi lado. Gracias amor", me dijo... eres maravillosa. Y me dio a tomar de su copa mientras el tomaba de la mía en brazos cruzados. Pero no terminó de beber la suya.

Tomó  mi copa y la puso en la mesa de noche. Mientras que me echaba en la cama boca arriba. Subió mis piernas hasta que mis rodillas tocaron mis senos y se arrodillo en el piso dando frente a mi cuevita. Asi procedió a besarla y pasar nuevamente su lengua alrededor y en su interior. Eso me hacia vibrar y me removía como pidiéndole que nunca acabara. Lo que hizo luego me aloco más. La copa de vino la echo dentro de mi vagina y, cual si esta fuese suya, procedió a beber de ahí. Cada sorbo que tomaba, cada lengua que sentía era un orgasmo mío. No sé cuantos tuve. Lo que sí se es que estaba feliz, muy feliz. 

Mientras sentía esa lengua deliciosa dentro de mí y veía a mi adorado saborear mis jugos sentí como introducía uno, dos luego tres dedos en mi culito. No tienen idea del gozo. Mis jugos estaban lubricando más y más ese otro agujerito que tenía prometido a mi amado. Yo sería su primera vez. Asi que lo invite a hacerlo. Sus dedos sintieron como mis músculos interiores le pedían que se metiera por ahí. El se puso de pie y me volteo en la cama poniéndome tres almohadas debajo del vientre. 

Mi culito quedaba a su disposición abrí mis piernas y sentí su lengua nuevamente recorrerme toda. A ese momento yo ya no sabia cuantos orgasmos había tenido (soy multiorgásmica, eso si lo se) pero cuando sentí sus labios recorrer mi vulva y mi cuevita y jugar con su lengua me sentí nuevamente alocada, me movía y deseaba ya tenerlo dentro. El me acariciaba los glúteos, mis caderas, mis senos, subió a jugar con mi espalda y mi cuello y, de pronto, sentí como introducía un poco a mi muñeco en mi culito. Solo fue un poquito, parecía que tenía temor de dañarme. A mí ya me daba igual, solo deseaba tenerlo.

Luego otro poco más, yo me sentía con deseos de que me penetrara toda. Un poco más, ya no pude aguantarme y fui yo la que retrocedió introduciendo todo ese miembro hermoso y delicioso muy dentro de mí. Grite. De dolor, de placer, no sé, pero el deleite fue enorme. 

Mi adorado sintió mi placer y se movía en un mete y saca delicioso. Sentí sus manos en mis pechos y sus labios en mi cuello cuando se echo encima. Yo me sentía en las nubes. Procedí a jugar con mi muñeco moviendo mis músculos interiores como diciéndole no te vayas y dame todo lo que tengas. El no se hizo esperar y sentí sus juguitos muy dentro de mí. Fue espectacular y delicioso. El estaba feliz y yo sentía esa felicidad. Ahora tenía a mi amante realizado y yo había sido la que le enseñó y como verán en otra oportunidad le seguiría enseñando.
Nos quedamos así. Tendidos en la cama yo con mi muñeco dentro y sintiendo el cuerpo de mi joven amante. Lo que sucedió luego fue un momento de locura y búsqueda de más deleite de ambos. Bueno, creo que más de mi parte. Vi que estaba algo cansado y le dije que iba a ir al baño. Se quedó en la cama mientras yo me dirigí al baño y abrí la ducha.

Quería remojarme. Darme un poco mas de fuerzas para ser la mujer nuevamente de mi amado. Mientras estaba en la ducha sentí como el ingresó al baño y se introdujo donde yo estaba. ¿Puedo jabonarte?, me dijo. Lo miré a los ojos y acepte gustosa su invitación. Mientras lo hacía veía como también se jabonaba él. Pero jugaba con su cuevita mientras yo inicie mi juego con mi muñeco.

Estábamos mojados pero se sentía el deseo mutuo de tenernos nuevamente. Vi su rostro y le dije que deseaba besar a mi muñeco. Asi que mirándole a los ojos fui bajando hasta él y al encontrarlo lo bese. Por todo lado. Hasta sentirlo nuevamente duro como lo quería.

Procedí a masajearlo de arriba abajo, a besar su glande, a besar sus bolitas, a jugar con la lengua hasta que lo tuve dentro de mi boca. Empecé a chuparlo con todas mis ganas, con mi sed por él, mientras seguía masajeándolo de arriba hacia abajo. Poco a poco vi el rostro de mi amado como se desencajaba y pedía que no me detenga.


Unos minutos después sentí en mi boca ese jugo delicioso que antes había sentido dentro de mí. Lo bebí todo, siempre mirándolo, viendo su rostro feliz.
Lo lavé nuevamente con delicadeza y mientras lo hacia busque que creciera otra vez. Lo hizo y de que manera. Me tomó en brazos y me llevó a la cama nuevamente. 
Ahí procedimos a hacer el amor una y mil veces más... hasta la noche.
descansamos un rato y entre una caricia y la otra, nos seguimos besando como prueba de ese pacto único que hay entre los dos,

ese día no almorcé como de costumbre.
 Pero si supe que había encontrado a mi joven amante y que nunca me Deshacería de el.

3 comentarios:

tu.amante_fiel61 dijo...

Un bello regalo el que te mereces con doble homenaje: por una parte su cuerpo, y a atravez del gozo que proporciona se llegan a fundir las almas, sublime Relato al arte del erotismo. besos a tu boca húmeda de mis labios mojados. Siempre tuyo y amante admirador de tu belleza y de tu blog, hasta pronto querida Erótica.

orlandocampos41 dijo...

Wow! que excelente escrito este que nos regalas querida amiga.En verdad que el erotismo bien plasmado es bello y tu lo sabes hacer muy bien. Te dejo mi abrazo y mi admiración.
Besos.

Deseos dijo...

QUE TALENTO AMIGA MIA!!!!!!!!!!!!!!!!TE FELICITOOOO, aqui parece que el relato va a convertir el blog en sauna jajajaja
Besos cósmicos para ti...