Fue a
finales de Marzo yo estaba sentada frente al monitor, estaba terminando un
trabajo, cuando aquello yo trabajaba para el departamento del seguro social,
ese día empecé a usar el chat, nunca me había dado por hacerlo pero
mi hija mayor me dijo un día que me metiera y conversara con diferentes
personas ya que yo estaba pasando por un momento muy triste, la perdida de mi
esposo, ella me dijo hazte de amigos y amigas cibernéticos y veras como te relajas
un poco y no piensas tanto en ese dolor que llevas dentro,
hazlo mima y verás que bien te sentirás.
Empecé a
chatear y me hice de amigos y amigas un día alguien
me pidió entrar al privado, yo acepte sin saber si era hombre o mujer
ya que los nombres que se ponen ahí son tan extraños que no se
sabe que son en verdad.
Yo le
pregunte si era mujer, me contesto que era hombre y me dijo su verdadero
nombre, bueno eso pensé en verdad,
y seguí comunicándome con el.
Me dijo
su edad y pensé retirarme ya que era muy joven pero
el insistió en seguir chateando conmigo, solo acepte con la condición
de que me enviara algo para saber quien era en verdad, yo estaba muy confundida
en los primeros días de comunicación.
Cuando conocí a mi ardiente
cibernético yo estaba tratando de relajarme de las tareas diarias.
Los primeros días nos comunicamos
con todo respeto pero poco a poco mi interés en él se incremento, más aún
siendo el mas joven. Le dije que era una mujer viuda, Le conté mucho de mi
vida, de mis amigas, de mis hijas. A las pocas semanas ya me sentía parte de él
y comenzamos a decirnos las palabras más dulces que se pueden decir por este
medio. Mi deseo por él crecía a cada momento y las ganas que él tenía de
besarme y hacerme suya se notaban en sus escritos. Me entendía a las mil
maravillas pero sabíamos que iría a ser un idilio cibernético... al menos por
el momento.
Un día me dijo que quería entrar
al chat para decirme algunas cosas y yo accedí, procuré ser cumplida con el
horario que me dio (el trabajo que tenia a veces me saturaba)... pero ahí
estaba. "Deseo estar contigo", me dijo. "Ya no soporto más el
saber que puedo tenerte y no hacerlo. Quiero besarte, acariciarte, hacerte mía
una y mil veces. Sin embargo no podía cumplirse ese también era mi deseo.
Le mande unas fotos que me tome con mi cámara digital. Mi cuerpo sin rostro
estaba en casi todas ellas. Me tomé otra de espaldas... mis glúteos se le presentaban
a mi amante como dándole paciencia.
Cinco fotos que le decían
que yo también deseaba tenerlo a mi lado y poder sentirlo mío.
El me había confesado que era
divorciado y tenía un hijo. No importaba eso. Más bien yo le aconsejaba en su
trato hacia ella.
Me dijo también que nunca
había tenido relaciones con una mujer adulta y que nunca lo había hecho por
atrás. Yo le dije que ese sería mi regalo por la espera a la que lo estaba
obligando.
Y que quería jugar al
"muñeco ruso" (yo le digo muñeco a ese miembro tan delicioso que
tiene el y él le dice mi cuevita al mío). Me dijo algo que nunca
olvidaré. Dijo que deseaba por encima de todo estar conmigo. Y que por favor
viera la forma de que eso sucediese. Mi amiga al enterarse de ello se alegro
mucho y procedió a darme orientaciones de como podría ser ese primer encuentro
nuestro.
Un día de abril, luego de muchos
meses de chateos y conversaciones. Le dije a mi joven cibernético que fuese a
un hotel llamado Torre blanca en las vegas ya que el vivía allá y viese
si le gustaba para poder encontrarnos ahí. Su reacción fue de lo más juvenil.
Se alegró muchísimo y fue a verificar la situación de dicho hotel. Le gustó (yo
había ido a verlo antes con mi hija que también vive allá) y me respondió que
sería un lugar encantador para nuestra primera cita. Unos días de
descanso fui a las vegas y a visitar a mi hija, necesitaba pensar en mis
cosas de trabajo y demás que uno debe de pensar. Al llegar lo llamé por
teléfono (cosa que no hacía normalmente) Y le dije que separara el hotel para
el día sábado. Saltó, creo, como un niño, de contento, feliz. Ya deseaba que
sea sábado según el... aunque faltaban dos días... Le dije lo que tenía que
hacer y a la hora que debía llegar.
Quería yo llegar antes para
prepararme y ver su carita de sorpresa, asombro y deleite al verme.
El sábado en la mañana llamé por
teléfono al hotel para verificar la separación del cuarto y luego procedí a
vestirme con unos pantalones sencillos y una blusa. Puse mi ropa sorpresa en
una maleta y me fui al hotel en el auto. Cuando llegué me inscribí en el
registro del hotel y subí al cuarto. Era bello. No tan espacioso pero bello
para lo que vendría después. Eran las 09:00 PM y sabía que tenía hora y
media para alistarme a recibir a mi adorado y joven galán. Me duché, perfumé y
vestí con un vestido beige, blusa marrón, zapatos marrones. Me puse una ropa
interior como sabía le gustaría pues habíamos hablado de ello tantas veces...
beige con algunos encajes y con una abertura adelante que mostraba a la cuevita
de mi amado en todo su esplendor.
Solicité una botella de vino a recepción y esperé. Me sentía eufórica, rara, adolescente, excitada al máximo. Todos mis sueños con él, todas las palabras que me dijera estuvieron en mi mente y me ponían más y más ardiente.
Solicité una botella de vino a recepción y esperé. Me sentía eufórica, rara, adolescente, excitada al máximo. Todos mis sueños con él, todas las palabras que me dijera estuvieron en mi mente y me ponían más y más ardiente.
Fue solo un "Hola".
Y luego tomó mi rostro y me dio el beso más largo y delicioso que haya recibido hasta ese día. Solo fue un beso, tierno. Vio luego mi cara y beso mis ojos que estaban al borde de las lágrimas, sintió mi cuerpo vibrar y deseo también vibrara el suyo. Me tomo del talle y me cargo. Mientras lo hacía me llevaba a la cama sin dejar de mirarme y yo verlo a los ojos. No me echó en la cama sino que se detuvo frente a ella y procedió a besar mis manos, subiendo por mis brazos. En esos momentos ya no sabía yo donde me encontraba.
Sabía que por fin tenía a mi amante frente a mí. Sentí sus besos en mi cuello y como desabotonaba mi blusa y la retiraba con delicadeza. Vio mi ropa interior y besó mis senos por encima de ella. Mientras lo hacía yo le quitaba su saco, su corbata, y hacia lo mismo que su camisa. Vi su torso desnudo y empecé a besarle el pecho pasaba mi lengua en él y buscaba sus pezones al igual que él quería los míos. Mi sostén quedó afuera y sentía sus caricias en todo mi cuerpo.
Mi espalda era suya, sus besos jugaban con mi vientre y me volvían loca, sus manos buscaban el zipper de la falda y la retiraban dejándole ver mis piernas. Ya no sabía que pasaba. No sabía cuantas manos acariciaban mi cuerpo pero sabía que allí estaba, frente a mí, procedí a quitarle el pantalón y mientras lo hacía besaba su vientre y jugaba mi lengua con su cuerpo.
Bajaba más y llegó la zona de mi muñeco... era enorme, al fin lo tenía cerca, ya era mío, le bajé su ropa interior y el muñeco apareció majestuoso ante mí. Parecía llamarme y pedirme lo acariciara. Asi que lo hice. Lo besé delicadamente. Primero en el glande y luego por los costados para posteriormente introducirlo en mi boca todo y sentir su latir y el goce que me transmitía. Veía la carita de el y me sentía feliz de verla así
El retiró mi rostro de su muñeco
me alzó y me echó en la cama. Empezó a besar mis piernas una a una. Me
deleitaba con su lengua y más aún mientras subía y lo hacía en mis muslos. En
esos momentos sentí mi primer orgasmo y el se dio cuenta de ello. Puso su
carita entre mis piernas y aprovechando la abertura que había, pasó su lengua
por todos lados encontrando mis jugos y bebiéndoselos como sediento. Esa lengua
me hizo alocar nuevamente y presioné su cabecita para que pudiera
profundizar mas... ese orgasmo que sentí fue increíble. Notaba a mi amado como
se deleitaba con mi cuevita que ahora era suya.
Siguió
subiendo y besando mi vientre mientras acariciaba mis senos y me sentía gozar.
Sus besos llegaron a mis pezones y uno a uno fue chupándolos hasta verlos
crecer más aún. Mi cuello sintió su lengua y sus besos, mis labios buscaron los
suyos y me respondió con deleite. Su lengua jugaba ahora con la mía como
deseando profundizar también más por allí. Sus manos acariciaban mi cuerpo y en
una rotación de ambos abrazados, quedé encima de él. Sentía sus manos en
mi culito.
Como los presionaba y buscaba ese
agujero de deleites. Mis jugos ya habían lubricado toda esa zona y el no tuvo
problemas para introducir un dedo por ahí. Lo sentí moverse y me moví también.
Sentí un segundo dedo penetrarme. El goce era enorme. Luego un tercero.
Mientras jugaba así por atrás yo le besaba su cuello y sus pechos y sentía como ese muñeco crecía más y más. Dios ¿Cuando dejará de crecer? En una de esas movidas de ambos sentí al muñeco tan cerca a mi vulva que no aguanté más y lo introduje dentro... fue un deleite, era enorme y grueso. Sentí a mi amado gemir de placer y retirar sus deditos de atrás. Aproveché y me senté encima de él.
Esa posición era mi sueño hecho
realidad. Lo sentía totalmente metido y procedí a moverme primero en un mete y
saca de deleite inigualable para luego al ver la carita de mi amado, al ver su
goce... en movimiento circular presionando a mi muñeco con los músculos
interiores en el proceso. El no se pudo contener y sentí el orgasmo más
delicioso que pude sentir, era inacabable, una y otra vez, mientras me abrazaba
y besaba de mil maneras. Me eché encima de el y él me volteó para ponerse
encima de mí.
Su peso hizo que penetrara aun más ese muñeco lindo.
Su peso hizo que penetrara aun más ese muñeco lindo.
Sus besos me alocaban, deseaba
sentirlo más y más quería que me sintiera a mí y que gozara conmigo como
recompensa de tanta espera. El me besó. Mis labios buscaron los de el con
ansias y deseos de ser suya nuevamente de no acabar nunca. Descansamos un
momento.
Uno encima del otro. Sólo viéndonos. Recorriendo nuestros cuerpos con las manos y sintiendo esa tranquilidad y felicidad sin par. Estábamos sudando. El día se tornó más caluroso de lo que era.
Sin embargo mi adorado supo
saciar mi sed. Se paró. Se dirigió a la botella de vino y luego de abrirla y
echarlo en las copas se acercó a mi lado. Gracias amor", me dijo... eres
maravillosa. Y me dio a tomar de su copa mientras el tomaba de la mía en brazos
cruzados. Pero no terminó de beber la suya.
Tomó mi copa y la puso en la mesa de noche. Mientras que me echaba en la cama boca arriba. Subió mis piernas hasta que mis rodillas tocaron mis senos y se arrodillo en el piso dando frente a mi cuevita. Asi procedió a besarla y pasar nuevamente su lengua alrededor y en su interior. Eso me hacia vibrar y me removía como pidiéndole que nunca acabara. Lo que hizo luego me aloco más. La copa de vino la echo dentro de mi vagina y, cual si esta fuese suya, procedió a beber de ahí. Cada sorbo que tomaba, cada lengua que sentía era un orgasmo mío. No sé cuantos tuve. Lo que sí se es que estaba feliz, muy feliz.
Mientras
sentía esa lengua deliciosa dentro de mí y veía a mi adorado saborear mis jugos
sentí como introducía uno, dos luego tres dedos en mi culito. No tienen idea
del gozo. Mis jugos estaban lubricando más y más ese otro agujerito que tenía
prometido a mi amado. Yo sería su primera vez. Asi que lo invite a hacerlo. Sus
dedos sintieron como mis músculos interiores le pedían que se metiera por ahí.
El se puso de pie y me volteo en la cama poniéndome tres almohadas debajo del
vientre.
Mi culito
quedaba a su disposición abrí mis piernas y sentí su lengua nuevamente
recorrerme toda. A ese momento yo ya no sabia cuantos orgasmos había tenido
(soy multiorgásmica, eso si lo se) pero cuando sentí sus labios recorrer mi
vulva y mi cuevita y jugar con su lengua me sentí nuevamente alocada, me movía
y deseaba ya tenerlo dentro. El me acariciaba los glúteos, mis caderas, mis
senos, subió a jugar con mi espalda y mi cuello y, de pronto, sentí como
introducía un poco a mi muñeco en mi culito. Solo fue un poquito, parecía que
tenía temor de dañarme. A mí ya me daba igual, solo deseaba tenerlo.
Luego
otro poco más, yo me sentía con deseos de que me penetrara toda. Un poco más,
ya no pude aguantarme y fui yo la que retrocedió introduciendo todo ese miembro
hermoso y delicioso muy dentro de mí. Grite. De dolor, de placer, no sé, pero
el deleite fue enorme.
Mi
adorado sintió mi placer y se movía en un mete y saca delicioso. Sentí sus
manos en mis pechos y sus labios en mi cuello cuando se echo encima. Yo me
sentía en las nubes. Procedí a jugar con mi muñeco moviendo mis músculos
interiores como diciéndole no te vayas y dame todo lo que tengas. El no se hizo
esperar y sentí sus juguitos muy dentro de mí. Fue espectacular y delicioso. El
estaba feliz y yo sentía esa felicidad. Ahora tenía a mi amante realizado y yo
había sido la que le enseñó y como verán en otra oportunidad le seguiría
enseñando.
Nos
quedamos así. Tendidos en la cama yo con mi muñeco dentro y sintiendo el cuerpo
de mi joven amante. Lo que sucedió luego fue un momento de locura y búsqueda de
más deleite de ambos. Bueno, creo que más de mi parte. Vi que estaba algo
cansado y le dije que iba a ir al baño. Se quedó en la cama mientras yo me
dirigí al baño y abrí la ducha.
Quería remojarme. Darme un poco
mas de fuerzas para ser la mujer nuevamente de mi amado. Mientras estaba en la
ducha sentí como el ingresó al baño y se introdujo donde yo estaba. ¿Puedo
jabonarte?, me dijo. Lo miré a los ojos y acepte gustosa su invitación.
Mientras lo hacía veía como también se jabonaba él. Pero jugaba con su cuevita
mientras yo inicie mi juego con mi muñeco.
Estábamos
mojados pero se sentía el deseo mutuo de tenernos nuevamente. Vi su rostro y le
dije que deseaba besar a mi muñeco. Asi que mirándole a los ojos fui bajando
hasta él y al encontrarlo lo bese. Por todo lado. Hasta sentirlo nuevamente
duro como lo quería.
Procedí a
masajearlo de arriba abajo, a besar su glande, a besar sus bolitas, a jugar con
la lengua hasta que lo tuve dentro de mi boca. Empecé a chuparlo con todas mis
ganas, con mi sed por él, mientras seguía masajeándolo de arriba hacia abajo.
Poco a poco vi el rostro de mi amado como se desencajaba y pedía que no me
detenga.
Unos
minutos después sentí en mi boca ese jugo delicioso que antes había sentido
dentro de mí. Lo bebí todo, siempre mirándolo, viendo su rostro feliz.
Lo lavé
nuevamente con delicadeza y mientras lo hacia busque que creciera otra vez. Lo
hizo y de que manera. Me tomó en brazos y me llevó a la cama nuevamente.
Ahí
procedimos a hacer el amor una y mil veces más... hasta la noche.
descansamos un rato y entre una caricia y la otra, nos seguimos besando como prueba de ese pacto único que hay entre los dos,
ese día
no almorcé como de costumbre.
Pero si supe que había encontrado a mi joven amante y que nunca me Deshacería de el.
Pero si supe que había encontrado a mi joven amante y que nunca me Deshacería de el.
3 comentarios:
Un bello regalo el que te mereces con doble homenaje: por una parte su cuerpo, y a atravez del gozo que proporciona se llegan a fundir las almas, sublime Relato al arte del erotismo. besos a tu boca húmeda de mis labios mojados. Siempre tuyo y amante admirador de tu belleza y de tu blog, hasta pronto querida Erótica.
Wow! que excelente escrito este que nos regalas querida amiga.En verdad que el erotismo bien plasmado es bello y tu lo sabes hacer muy bien. Te dejo mi abrazo y mi admiración.
Besos.
QUE TALENTO AMIGA MIA!!!!!!!!!!!!!!!!TE FELICITOOOO, aqui parece que el relato va a convertir el blog en sauna jajajaja
Besos cósmicos para ti...
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