Secretos De Mujer

Estoy esperando el autobús, es de noche y hace frío,  después de un día soleado  las nubes negras han oscurecido el cielo, y el viento empieza a  darme en la cara, ha sido un día duro y de mucho trabajo, la gente pasa y me mira, tengo la sensación de que estoy desnuda, tal párese que tengo los deseos retratados en mi rostro, hay cosas que no puedo cambiar que son parte de mi, ese instinto lujurioso, no me siento impura por tener un deseo incontrolable de coger "todo el tiempo" es algo que no lo puedo evitar, soy así, tal vez no es normal pero tengo hambre animal de estar sintiendo ganas a cada rato y mi desesperación por llegar a mi apartamento aumentaba mas y mas esta noche se estaba haciendo eterna y mi cuerpo se estaba poniendo fogoso y sensual, me estaba poniendo nerviosa y el autobús no llegaba, ya estaba a punto de bajarme el pantalón y mi ropa interior, cuando vi de lejos que el bus ya venia, di un suspiro de alivio, al fin llegaría a casa, ufff!

Llegué  al apartamento alrededor de las 10 de la noche, pensaba en ti, dejé  mis cosas en la sala, me encaminé a mi recamara y me senté en el borde de la cama, pasaron quizá diez minutos en los que mi mente se quedo en blanco y de golpe la imagen de los dos en aquella habitación; busque la manera de borrar ese recuerdo, pero los súcubos se apoderaron rápidamente de mi; otros diez minutos corrieron y pude tranquilizar mis

deseos carnales.

me incorporé, me quite mi blusa, luego el celular que traía sujeto al cinturón, lo coloqué sobre la cama, después desamarré mis agujetas, me quite los tenis y siguieron mis pantalones que cayeron al suelo así que solo me quede en ropa interior…comenzó a darme hambre, así que me dirigí a la cocina, descalza y solo con ropa interior negra.

Eché  un vistazo en el refrigerador pero no encontré nada que pudiera preparar, cierro la puerta y miro hacia la barra, había fruta: naranjas, mandarinas, manzanas, peras y… plátanos…tome uno sin muchas ganas y regrese a mi recamara… me deje caer sobre la cama, busqué a tientas mi cel. y puse la lista de reproducción que días antes había cuidadosamente seleccionado y puesto en el…comenzó a sonar “Sexual Healing” de Marvin Gaye…Sin pensarlo y olvidando por algunos segundos que a mi lado estaba el plátano, me sumí en las melodías que salían del celular…así como al principio mis bajas pasiones aparecieron de la nada, los benditos súcubos 

se apoderaron de mi

al compás de la música comencé a tocar delicadamente mi cuerpo, comenzando por mi dorso, bajando lentamente hasta mis caderas, siguieron mis piernas y mi entrepierna, en la cual dibujaba pequeños y perfectos círculos…mis manos querían hurgar aún más en mi…subieron dibujando líneas hasta mis bubis, y sobre el encaje de mi sostén extendían la diversión delineando los suaves detalles del encaje…tales caricias, tales movimientos provocaron que en mis pataletas existiera humedad…los súcubos querían que los honrará, que los alabara y pusiera mi cuerpo a su disposición, algo así como una ofrenda para ellos, me deshice de lo que me estorbaba y mis manos comenzaron a “explorarme” las caricias desde mi cuello hasta mis piernas,

exageradamente diría que sobre la cama yo era una experta contorsionista…poco a poco mis jugos corrían libres por mi entrepierna mis caricias habían logrado una estupenda lubricación, comencé a tomar mi clítoris y mis caderas respondieron con movimientos cadenciosos todos claro está al compas de Marvin Gaye. Estaba a punto de penetrarme con mis dedos cuando de golpe abrí los ojos, levante la cabeza y mire a mi costado…  

ahí estaba…tamaño “perfecto”, “curvatura” “exacta” sin detenerme un segundo lo tomé y… lo introduje en mi; tanto como la fisionomía lo permitía, entraba y salía, salía y entraba, una y otra vez, con rítmico movimiento, como es de suponerse mi sobrada excitación ayudo a que consiguiera un esplendido orgasmo,

al unísono que Gaye terminaba con la frase “I can't wait for you to operate when I get this feeling, I need sexual healing.” Y así terminaba la representación burda de Gaye, aquella fruta empapada con mis mieles, terminaba celebrando un no aniversario, terminaba exhumando aquellas bajas pasiones que tu jamás conociste…terminaba con una masturbación frutal, pero más que eso, terminaba sin tu imagen en mi mente, solo recuerdo aquel acontecimiento como la mejor masturbación, yo, sola, retorciéndome de placer en lo ancho de mi cama.

Hace tiempo que aprendí que los días no vuelven, es por eso que decidí disfrutar plenamente del aquí y del ahora, de la experiencia presente, y solo me paseo entre el pasado con los recuerdos y en un futuro que quizás nunca será, esto no es vivir es un seudo existencia, y si no tengo un macho conmigo, para eso, dedos tengo cinco, y con uno bien trabajado soy inmensamente feliz.