
Me han pasado cosas con los hombres de un tiempo a
esta parte; estas situaciones me han echo reflexionar....Cuando cumplí 14 años esperaba algún día
tener un novio, soñaba con un príncipe azul; imagino que como todas las niñas
de mi edad.
A los 16 tuve un novio, pero no había pasión; tan solo había nervios y torpezas
por su parte. Entonces decidí que necesitaba un chico apasionado, con ganas de
vivir.
En la facultad salí con un chaval apasionado, pero era demasiado emocional.
Todo en él era terrible: era el rey de los dramas, lloraba todo el tiempo y
amenazaba con suicidarse si le abandonaba. Entonces decidí que necesitaba un
hombre estable.
Cuando tuve 25 años, encontré un hombre estable, pero aburrido. Era totalmente
predecible y nunca le excitaba nada. La vida se hizo tan plomiza que decidí que
necesitaba un chico más emocionante.
A los 28 encontré un novio excitante, pero no pude seguir su ritmo. Iba de un
lado para otro sin detenerse en nada. Hacía cosas impetuosas y coqueteaba con
cualquier mujer que se le cruzara en el camino. Me hizo tan miserable como
feliz. De entrada fue divertido y energizante, pero sin futuro.
Entonces decidí buscar un hombre con alguna ambición y metas personales. Cuando
llegué a los 44, encontré un tipo inteligente, ambicioso y con los pies
sobre la tierra. Decidí casarme y formar un hogar.
Era tan ambicioso el
condenado que me pidió el divorcio y se quedó con todo lo que yo tenía, que era
más bien poco.
Ahora, a los 47, únicamente me gustan los hombres con la ¡¡PINGA BIEN GRANDE!! Y
punto.... ¿que les parece queridas amigas? Seguro que ustedes me entienden,

No hay comentarios:
Publicar un comentario