Eran las 5 de la tarde cuando sonó el
teléfono, hola preciosa te llamo porque quiero saber si tienes algo
que hacer hoy, No, porque, tienes planes para mí esta noche? Si- tengo un plan
maravilloso necesito verte quiero tenerte y besar esa boca que tanto me fascina
tu no lo deseas? Oye corazón tienes problema con la plomería, siento como que
el agua se está desbordando? –no-jajaja-
es que estoy bañándome tengo la bañera
llena y me estoy dando un rico baño, quiero relajarme un poco cuerpo y mente,
te gustaría bañarte conmigo? O tal vez no te gusta el agua caliente? Si linda,
si me gusta, me esperas y voy en un dos por tres. Claro aquí te espero ven a
bañarte conmigo.
El me dijo: me gusta el agua caliente, porque creo que no está
tan caliente como
yo, me gustaría tenerte en mis brazos y besarte, pasó media hora y sentí el
timbrar de la puerta me puse una toalla por arriba y fui a abrir, ahí estaba el, parado frente a la puerta, me miró con esos ojos de lascivia llenos de deseos,
me miraba de arriba abajo como queriendo quitarme la toalla.
Yo le dije con una
sonrisita, que haces ahí parado, no piensas entrar o piensas bañarte aquí en la
puerta.
Él me miró por un largo momento,
sus ojos ardían a causa de mi tono provocador, una sonrisa jugaba en sus
labios. Él saltó de la puerta, aterrizando silenciosamente detrás de mí y
apoyándose completamente contra mi cuerpo, su pecho a lo largo de mi espalda.
Su cuerpo me apretó contra la pared. “Eres absolutamente adorable.” Susurró en
mi oído. Yo le dije muy suave
¿Porqué al verme con esta
toalla te excita tanto?” “preciosa, Pienso que es verte a ti como sea…”
Él se presionó contra
mí y después tiró hacia abajo mi toalla dando inmediatamente un tirón a su
pantalón hasta sus rodillas. Sus brazos se deslizaron debajo de mis caderas,
levantándolas del piso levemente.
Me empujé para arriba sobre mis antebrazos, y
levanté mi cola en el aire delante de él, haciéndolo caer de rodillas detrás de
mí. “Dios, linda, eres magnífica” yo con una miradita le indique el baño
y camine hacia la bañera y me deje caer la toalla coquetamente y me metí en el
agua, el se sonrió.
Jejeje linda no hay como un baño compartido, un cruce de
cuerpos bajo la espuma, el se sentó junto a mi en la bañera llena de agua con
espumas y empezó a pasar sus manos sobre mi cuerpo, acariciando mis senos y se
detiene en mis pezones que van tomando forma endureciéndose, empezó a besar mi
cuello, lo lamia con la boca abierta y me decía palabras obscenas en el oído, Su mano frotó
ligeramente mi cadera mientras que la otra empujó dos dedos suavemente dentro
de mí, probando si estaba lista para él.
Luego movió la mano y colocó su cuerpo
en mi entrada, empujando en mí. Él sostuvo mi cadera inmóvil contra sus
movimientos y estiró su otra mano hacia adelante para frotar mi clítoris.
Empujó dentro de mí, y con mi cuerpo asegurado contra el suyo, me penetró
profundamente, el hermoso placer se ligó con un borde de dolor. Y yo grité.
Hicimos el amor de esta forma durante
mucho tiempo, nuestros quejidos y gritos llenaban el cuarto. Cuando él acabó,
lo hizo fuertemente en mí, golpeando mi cuerpo completamente sobre mi estómago,
mis piernas separadas mientras que él empujaba dentro de mí, gruñendo
suavemente a ritmo con sus caderas. “Dios, linda…” susurró.
Me movió de un tirón rápido sobre mi
espalda y tiró mis piernas alrededor de su cuello enterrando su cara en mí,
inhalando, el dibujó con su lengua un movimiento largo a lo largo de mi piel
suave y después substituyó su boca con su mano, frotándome ligeramente, su
respiración fresca en mi piel. La sensación de su lengua en mí seguida por la
de sus dedos me trajo al clímax de inmediato. Él había encontrado la forma de
darme sexo oral sin hacerme desvanecer.
El se inclinó y empujó su lengua en mí,
rápida y duramente
algunas veces, sustituyéndola por sus dedos urgentes, sus
quejidos resonaban contra mis muslos. Mis dedos envueltos en su pelo, mis
caderas temblando bajo sus manos, mi orgasmo continuo, delicioso. Pulsaciones
increíbles, pero no febriles.
Él murmuró contra mis muslos, besándome, lamiendo mi piel al lado de
su cara mientras que sus dedos me acariciaron. Noté lo bien que él conocía mi
cuerpo, desde el primer momento, era casi como si él pudiera leer mi mente
mientras que hacíamos el amor. Mi clímax se volvió más ardiente, más fuerte con la sensación de su semen
que se desparramaba a lo largo de mis muslos. Los dedos de el se mantuvieron en
mí, haciendo mi respiración demasiado rápida.
“Despacio, amor,” susurró. Levantó
su cuerpo sobre el mío, besando mi boca, sus dedos seguían frotándome
lentamente, calmándome gradualmente.
Podría probarme en sus labios, y la
sensación de sus manos en mí se combinó con la visión de él entre mis piernas,
volviéndome loca.
Devoré sus labios, mis manos enredadas en
su pelo áspero.
“linda”
Murmuró contra mí, casi una pregunta.
“Oh Dios corazón, puedo sentir mi
sabor en ti… No puedo saciarme de ti, nunca tendré suficiente…” Me ahogue
contra él, intentando estabilizar mi respiración enloquecida. Sus labios me
besaron el mentón suavemente, su voz sonó calmada en mi oído.
“Por siempre, linda mía, nos tenemos por
siempre.”
El cayó dormido en mis brazos y yo quede
mirando su cara, sus labios que se movían levemente en su sueño. Pensaba en mí,
porque dormido susurraba en un murmullos
“por favor linda no me dejes otra vez.”Lloriqueó en su sueño y después
se quedó en silencio.
1 comentario:
Erótica, yo también te hago una llamada urgente, al leer tus fantasías, anécdotas o relatos tengo que tomar un baño de agua fría corriendo, porque sino me quemo en el fuego de tu pasión, yo seguiré aquí siempre que pueda porque tu eres mi amor platónico...Besos mi querida Erótica.
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